Mostellaria

El viejo Teoprópides regresa de un largo viaje comercial inesperadamente, de modo que su hijo, Filólaques, corre el riesgo de ser descubierto en mitad de la fiesta que ha organizado en su casa; aún más, la tal fiesta es una más de las muchas que han jalonado la ausencia de su padre y que, junto con la adquisición de la esclava Filemacia, han dado al traste con la fortuna familiar. Tranión, el esclavo al servicio del joven, organizará un engaño, –afirma que la casa está encantada– por medio del que tratará de apartar a Teoprópides del conocimiento de la verdad.

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